Si hablamos de auriculares, los AirPods son otra historia. Se activan y se conectan solos a tu iPhone, Apple Watch, iPad o Mac en cuanto los sacas del estuche. El audio comienza a sonar cuando te los pones y se detiene cuando te los quitas. Y puedes activar Siri con dos toques para ajustar el volumen, cambiar de canción, obtener indicaciones o hacer una llamada. Los AirPods incorporan el chip W1 de Apple y utilizan sensores ópticos y un acelerómetro para detectar si los llevas puestos. Tanto si estás usando los dos como uno solo, el chip W1 distribuye el sonido y activa el micrófono automáticamente. Cuando hablas por teléfono o pides algo a Siri, un segundo acelerómetro activa los micrófonos con tecnología beamforming para filtrar el ruido de fondo y llevar tu voz al primer plano.